- Realidades – No. 630 – Marzo 10 de 2018
- Editorial
Mañana se llevará a cabo la primera jornada electoral del año: la elección de senadores y representantes a la Cámara.
Mañana se llevará a cabo la primera jornada electoral del año: la elección de senadores y representantes a la Cámara. Pero no solo se va a definir la composición del Congreso; también se definirá la tendencia política del momento en el país, de cara a la elección de Presidente.
Hasta ahora, hay dos claras posiciones (la derecha y la izquierda) y una tercera que ha pretendido ganar espacios en la opinión de los votantes al afirmar que se ubica al centro, cuando realmente la gente identifica sus ideas claramente con la izquierda, pero con algo de moderación.
El momento político del país es crítico. El presidente Santos ocasionó una inmensa polarización al apresurarse a firmar unos acuerdos con las Farc, aceptando lo inaceptable, e incluso en contra de la voluntad popular manifestada en el plebiscito del 2 de octubre de 2016. Esa polarización tiene al país partido en dos: los que coinciden en que la paz de Santos justifica cualquier sacrificio, y los que quieren la paz, pero no aceptan que el precio sea entregar el país a la guerrilla.
En lo que todo el mundo coincide, es en la necesidad de cesar los asesinatos y el terrorismo para alcanzar la paz. La diferencia entre las dos formas de ver la situación, radica en que para unos había que aceptar cualquier cosa con tal de firmar los acuerdos con las Farc y los otros en cambio piensan que una paz mal lograda es solo el comienzo de una nueva guerra.
Esa polarización se verá reflejada en las urnas, tanto en las elecciones para congreso, como en la primera vuelta presidencial. Y eso llega sazonado con una situación regional complicada, con una Venezuela que ya no se sabe cuándo acabará de llegar al fondo y un Socialismo del Siglo XXI que amenaza con apropiarse de varios países, incluso el nuestro.
Ese reflejo que ofrece el espejo de nuestro vecindario, ha permitido a algunos partidos advertir a la gente sobre las amenazas de ese socialismo, mientras que otros insisten en que ‘eso acá nunca va a suceder’. En realidad, ningún venezolano pensó que eso allá les pudiera suceder, como tal vez ningún cubano hace 60 años pensó lo que les esperaba con el comunismo de Fidel.
La realidad, es que así como ese socialismo destruyó a Venezuela, y antes a Cuba, puede también destrozar a Colombia y a cualquier otro país que decida aceptarlo.
La elección de Congresistas comienza con un resultado anticipado: Santos acordó otorgar 10 curules para las Farc, independientemente del resultado de la votación. Aunque su nuevo partido ni siquiera logre superar el umbral requerido, ya cuenta con esas curules. Eso amarga el sabor de la democracia, sobre todo cuando los líderes de ese nuevo partido no pasaron por la justicia antes de dedicarse a la política.
Ese es el resultado de la polarización que generó el Presidente. Pero no importa, tenemos Premio Nobel de Paz. Invitamos a todos los colombianos votar masivamente, y a demostrar que todavía creemos en la Democracia y que no aceptaremos que nos arrebaten ese importante principio institucional, como lo han hecho en Venezuela.