Sigue preso e incomunicado, salvo cuando sale a decir lo que la Fiscalía quiere, el famoso super hacker.
Ese personaje dice que recibía información desde los aviones de la DEA, era contratista de Comando Sur y tenía una compraventa de información con los organismos de inteligencia del Estado. Ahí sigue, sepultado en el “bunker” y es el testigo multi-uso del Fiscal Montealegre.
Cada vez que conviene políticamente al gobierno, se hacen acusaciones de chuzadas. Siempre está Inteligencia Militar en la lista de sospechosos; nunca las FARC ni el G-2 cubano y tampoco, usualmente, la Policía.
Lo que se está viendo es que la Fiscalía es una especie de Stasi o KGB que sirve para amenazar a quien se quiera. Pero ahora el señor Montealegre es aun más poderoso. No le gustó lo que se presentó en el congreso para tratar de enderezar la justicia y ofrecer a altos funcionarios el elemental derecho a dos instancias. Llamó a toda la rama judicial a protestar. ¿Eso no está un poco fuera de sus funciones? El Congreso está para legislar y para ello no tiene porque pedir permiso al Fiscal. Pero de hecho, la rabieta del Fiscal funcionó y no habrá la reforma planteada.
Entre el Fiscal y la Sala Penal de la Corte Suprema se ha establecido entonces una dictadura perfecta. Acaban con el que quieran y nadie, en la práctica, los puede juzgar a ellos. Si la Comisión de Acusaciones tuviese el atrevimiento de iniciar un proceso contra alguno de estos personajes, antes de lo que canta un gallo estarán presos los representantes atrevidos. Ese poder omnímodo es precisamente lo que el Congreso pretendía modificar con un Tribunal de Aforados.
Por el momento, el Fiscal parece estar al servicio del Presidente, ¿pero será que el ambicioso personaje se torna en cuervo como lo predice la contralora Sandra Morelli? La prensa, intimidada o “enmermelada”, no dice nada frente a lo que en otro país sería un escándalo mayúsculo; apenas registra unas tímidas respuestas a la actitud despótica del Sr. Montealegre.
¿Qué podemos esperar quienes tenemos algún reparo a lo que se está cocinando en La Habana? Alguien muy bien enterado de las cosas me comentó: “al que se atraviese lo muelen”. El Fiscal, con testigos como el super hacker, meterá a la cárcel a quienes no tengan fuero si así lo considera y la Corte a quienes lo tengan. La mayoría, se callará con la sola amenaza. Lo que firmen en Cuba pasará, como sea. Si hay referendo o consulta, estará antecedida de una campaña de prensa cuyo costo será enorme. Eso es lo que nos viene a los colombianos. Como modelo de lo que viene, basta mirar a Cuba.